Las cocinas son, pues, uno de los únicos puntos en común de todos los establecimientos considerados, ya sean hoteles, bares o restaurantes.
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Las operaciones que en ellas se realizan son similares en todos los casos, siendo la principal diferencia entre dos dependencias cualquiera únicamente el tamaño del establecimiento, que determinará en consecuencia el número de comensales para los cuales se preparan los platos, y por tanto, el número de trabajadores.
Las cocinas son las dependencias en las que se encuentran la mayoría de los equipos de trabajo que entrañan peligro dentro del establecimiento, pues se realizan en ellas muchas operaciones distintas, ya sea en los fogones, hornos, cámaras frigoríficas, maquinaria de corte o para picar, fregaderos, etc. A continuación se describen los principales puntos de riesgo y las medidas preventivas que es preciso adoptar.
Riesgos:
1. Caídas a mismo nivel
En cualquier momento se pueden producir salpicaduras de agua o de aceite, pequeños derrames de grasas o líquidos. La gravedad de una posible caída puede verse incrementada por el hecho de contactar accidentalmente con sartenes, ollas o cualquier otra superficie caliente, provocando su vuelco y posibles quemaduras con aceite o agua hirviendo.
2. Golpes o choques contra objetos
Hay gran cantidad de utensilios de cocina, cuchillería, vajilla, etc que nos podemos encontrar. Los choques contra objetos salientes almacenados de manera inadecuada es otro riesgo muy importante. DE igual manera, es frecuente encontrarse con objetos diversos o cajas de alimentos almacenados de manera provisional en los pasillos, en puntos de paso o junto a puertas de despensas o cámaras frigoríficas, siendo evidente el riesgo de tropezar con todos esos obstáculos.
3. Caídas a distinto nivel
No usar los medios adecuados para alcanzar cualquier utensilio guardado en las estanterías más altas.
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